MOSAICS MARTÍ
Durante la segunda mitad del S.XIX se aparecen los productos derivados del cemento. Un apartado particular de estos derivados fueron los mosaicos hidráulicos.
En sus orígenes, la fabricación de pavimento hidráulico, las prensas eran manuales. Poco a poco, la aplicación del vapor fue sustituyendo acción del hombre en favor de las prensas. Las máquinas facilitaban el trabajo pero en última instancia, eran las manos de los operarios, las que aseguraban un producto bien acabado y de calidad.
Los mosaicos hidráulicos llegan a su máxima esplendor durante el Modernismo. Los arquitectos modernistas, Gaudí entre otros, diseñan los mosaicos que lucen en los principales edificios y obras de finales del s.XIX y principios del XX.
Al final de la década de los 50, la presión de otros productos, hace que la producción de mosaico hidráulico pase a ser residual. Y así llegamos al nuevo milenio donde el gusto por los contrastes hacen posible suelos vintage en espacios minimalistas, a ello ha contribuido el renovado gusto por lo artesanal y la posibilidad de personalización en cada trabajo independientemente de los m2 de superficie, siendo significativo el impulso que una empresa centenaria como Mosaics Martí 1913, ha experimentado en estos últimos años gracias a la capacidad de tendencia que los diseños con esa estética modernista, que han irrumpido en el mercado con la firma de diseñadoras como Patricia Urquiola, han generado. Este estilo que inicialmente surge en fabricantes italianos y poco después se generaliza, paradójicamente es una producción llamémosla industrial a base de porcelánico que sin embargo ha vigorizado también la producción original de cemento pigmentado baldosa a baldosa como hace 104 años.